Jugos, licuados, smoothies y milkshakes… ¿Sabés qué diferencia a cada uno de estos tipos de bebidas?
Se beben, se pueden usar frutas para elaborarlos y son muy refrescantes. Sin embargo, son bebidas distintas que cuentan con ciertos elementos que les proporcionan un toque particular
Aunque tienen el mismo objetivo, que es refrescar, se distinguen por los ingredientes que lleva cada una de estas preparaciones y la forma en la que se preparan.
A continuación te mostramos algunas de sus diferencias más conocidas para que tomes nota.
Jugo
Es el extracto líquido que obtenemos al exprimir alguna fruta. El más conocido es el exprimido de naranjas.

Para hacer jugo se extrae el líquido que poseen las frutas y las verduras en su interior; el agua interna que poseen todos sus jugos y azúcares y que concentran su sabor. Para ello se emplean exprimidores, manuales o mecánicos, que aplican una presión sobre estos alimentos. Una vez se han exprimido, el líquido resultante será, en esencia, el jugo. Este puede poseer los restos de la pulpa de la fruta empleada, claro está. Suele ocurrir con las naranjas, con las que es posible notar ciertos trozos en la bebida que le otorgan un mayor aporte nutricional. A esta bebida no se le añade ni leche ni agua, pues adulteraría el sabor y lo convertiría en una de las anteriores. En todo caso se pueden mezclar los jugos de diferentes frutas para así crear nuevas combinaciones de sabores.
Smoothies
Es una combinación de hielo con jugos, frutas congeladas y/o yogur, los cuales se mezclan hasta obtener una bebida fría similar al frappé.

Esta bebida de nombre anglosajón suele ser siempre una mezcla de jugos o frutas frescas a los que se les suele añadir un elemento congelado que es el que les cambia la textura y los hace más refrescantes. En estos casos, puede ser helado, yogur congelado o hielo incluso.
Licuados
Refiere a las preparaciones que integran frutas o verduras con algún líquido, ya sea agua o leche.
Milkshakes
Tiene una base de leche y helado a la que se le agregan frutas y/o salsas dulces, como sabor chocolate o caramelo.
Como se puede ver, estas cuatro bebidas son diferentes en cuanto a texturas, ingredientes utilizados, procesos realizados y sabores obtenidos. Lo que sí tienen en común es que pueden ser el alivio perfecto para los días de calor.