La escuela Lucas Córdoba, ubicada en calle Rivadavia al 2.500 de la capital tucumana, fue objeto de vandalismo durante el fin de semana, por lo que se suspendieron las clases debido a la falta de suministro eléctrico.
Los delincuentes se llevaron el medidor de la luz, dejando al establecimiento sin conexión eléctrica. Además, los alrededores de la escuela han estado a oscuras desde hace más de cuatro meses, ya que han sufrido robos recurrentes del cableado del alumbrado público.
Vecinos de la zona expresaron su preocupación por la falta de seguridad y el constante vandalismo en los alrededores de la escuela, y lamentaron que esta vez los atacantes hayan afectado directamente las instalaciones educativas al robar el medidor de luz.
Las autoridades locales están investigando el incidente y trabajando para restaurar el suministro eléctrico lo antes posible, con la esperanza de que los estudiantes puedan volver a clases pronto en un ambiente seguro y adecuado.
Fuente: Los Primeros