Lo que debía ser un proceso de reorganización en la Policía de Tucumán terminó en un inesperado escándalo. La decisión de un comisario de rechazar el cargo de jefe de la Unidad Regional Capital (URC) generó sorpresa y disconformidad en la fuerza. Las autoridades del Ministerio de Seguridad, que ya habían anunciado los cambios, se vieron obligadas a realizar ajustes importantes.
Según lo publicado por el diario La Gaceta, el jefe de Policía, Julio Fernández, había firmado toda la documentación para la designación de Mauro Fernández como jefe de la URC y Alberto Gutiérrez como su segundo. Sin embargo, antes de que se oficializara el nombramiento, surgieron rumores de que el comisario elegido no estaba conforme con la designación. Finalmente, el comisario rechazó la oferta y fue puesto en disponibilidad por insubordinación.
Ante esta situación, se realizaron nuevas designaciones para la URC. Eduardo Luna, quien se desempeñaba como segundo jefe de la Unidad Regional Norte, asumió como jefe de la URC, acompañado por Carlos Daniel Ruiz como su segundo, quien previamente estaba a cargo de la zona Este y se destacó por su trabajo en Yerba Buena. Mauro Fernández, en un lapso de menos de seis horas, pasó de ser segundo jefe de la URC a retomar su cargo anterior.
El desplante del comisario y los cambios de última hora han generado malestar en el área de Seguridad y se especula que podría tener consecuencias. Las miradas se dirigen hacia el secretario de Seguridad, Luis Ibáñez, quien había recomendado a Fernández para el puesto a pesar de las advertencias de otros.
Es importante destacar que estos cambios eran los primeros enmarcados en una planificación para el futuro, y habían sido informados al gobernador electo, Osvaldo Jaldo.
Además de las modificaciones en la URC, también se produjeron cambios en la Unidad Regional Sur y en el área de prevención. Algunos de los jefes desplazados fueron reubicados en destinos considerados como previos al retiro.
No se descartan más cambios en el futuro próximo.
Fuente: La Gaceta