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Así es la «Caja negra» que registrará un posible fin del mundo

Se trata de un proyecto que tiene como fin recopilar información climática para civilizaciones futuras.


Dic 17, 2021
caja negra de la humanidad

Una bóveda de acero del tamaño de un colectivo, en una parte remota de Australia, registrará los patrones climáticos de calentamiento de la Tierra y creará un archivo con datos sobre si la humanidad supera o no la crisis climática.

Estaa bóveda, conocida como Earth’s Black Box , se construirá en Tasmania, un estado insular australiano frente a la costa sur. Funcionará de forma muy similar a un caja negra o registrador de vuelo, que registra los momentos finales de un avión antes de estrellarse.

Los creadores de esta nueva caja negra, incluidos investigadores de datos de la Universidad de Tasmania, artistas y arquitectos, dicen que esperan que no sea necesario abrirla.

«Realmente espero que no sea demasiado tarde», expresó Jim Curtis, director creativo ejecutivo de una agencia de publicidad australiana donde se concibió el proyecto.

Quedan muchas preguntas, como si la Tierra realmente necesita una caja negra y cómo las descifrarían las generaciones futuras. Curtis dijo que la caja estaría diseñada «para hacer que nuestros líderes rindan cuentas» y añadió que «si la civilización colapsa, esta caja sobrevivirá con una historia de datos completamente objetiva».

Según los científicos, el cambio climático es una de las amenazas más graves que enfrenta la humanidad. Se trata de un problema que está exacerbando las desigualdades económicas y sanitarias, aumentando la frecuencia e intensidad de los desastres naturales y, advirtieron las Naciones Unidas, amenazando el suministro mundial de alimentos.

No es el primer lugar que se prepara para algo similar. La Bóveda Global de Semillas de Svalbard es una fortaleza diseñada para proteger una copia de seguridad vital de las semillas del mundo en caso de que suceda lo peor. Los científicos han construido depósitos para todo, desde cultivos de alimentos esenciales hasta hielo de glaciares y embriones de animales congelados, algunos de ellos ya extintos. Otros han tratado de ocultar nuestros desechos nucleares para que las generaciones futuras puedan evitar el material mortalmente tóxico.

Los creadores de la caja dicen que registrará la acción (o inacción) de los líderes al buscar en Internet palabras clave relacionadas con el cambio climático de periódicos, redes sociales y revistas revisadas por pares.

Recopilará métricas diarias, incluidas las temperaturas oceánicas y terrestres promedio, la concentración de dióxido de carbono atmosférico y la pérdida de biodiversidad.

La bóveda, una caja de 33 pies de largo hecha de acero de tres pulgadas de espesor, recién podría estar terminada a mediados de 2022. Sin embargo, los creadores dicen que ya han comenzado a recopilar información. Con el tiempo, los datos se almacenarán en un disco duro gigante, automatizado y alimentado por energía solar con capacidad para recopilar información durante unos 50 años.

Tasmania fue elegida por su relativa seguridad geopolítica y ambiental, y el monolito estará diseñado para ser resistente a amenazas como ciclones, terremotos y, con sus paredes inclinadas, ataques de vándalos.

¿Cómo recuperarán los futuros visitantes el contenido de la caja?

Los creadores dicen que están trabajando en ello. Una opción es codificar el contenido en varios formatos, como un script o código binario que se desentrañaría.

Si el planeta se acerca al cataclismo, las instrucciones para abrir la caja se grabarían en su exterior. El mensaje no se puede incluir de antemano, dicen, debido al riesgo de que los vándalos intenten abrirlo.

«Está en Beta», dijo Michael Ritchie, quien dirige una compañía de producción con sede en Sydney, Australia, que gestiona el proyecto. Por ahora, «la gente está alerta», dijo Ritchie, y agregó: «Queremos asegurarnos de no estrellarnos contra esta tierra».

Fuente: nytimes.com